Estoy dispuesto a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte. Esta aparentemente es una de las expresiones más valiente en las escrituras, sin embargo aquel que las había pronunciado un tiempo después fue capaz de negar al Maestro tres veces buscando salvar su propia vida. Mi pregunta en esta mañana es ¿Por qué aquella hermosa promesa solo quedo en palabras? ¿Por qué Pedro no recordó lo que dijo cuando veía al maestro siendo golpeado e insultado? ¿Porque tuvo que quedar en silencio, sabiendo que había hecho una promesa? ¿Por qué se oculto en medio de las sombras para no ser visto cuando debía resplandecer como un valiente discípulo? ¿Qué sucedió en el corazón de aquel hombre que fue capaz de pronunciar una de las frases más valientes y elocuentes en las escrituras?

Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. San Mateo 20:12

El texto bíblico de esta mañana dice así: "Separado de mi nada podéis hacer". A lo largo de mi vida he conocido cientos de personas que desean grandes cambios en sus vidas, sin embargo los cambios parecen nunca llegar, personas que saben muy bien que deben hacer, sin embargo a pesar de saberlo no tienen las fuerzas suficientes para hacerlo, personas que saben que hay actitudes incorrectas que destruyen la vida, el matrimonio, el trabajo etc. Y al darse cuenta de eso desean renunciar a ellas sin embargo con el pasar del tiempo se ven impotentes al darse cuenta que todo intento siempre queda frustrado.

Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. San Mateo 20:12

Mi pregunta en esta mañana es: ¿Qué pasaría si Jesús tuviera que entrar hoy en día a todas las congregaciones del mundo?, ¿Cuál crees que sería su reacción?

Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligara a contaminarse. Daniel 1:8

Hace mucho tiempo atrás existió un joven llamado Daniel, un joven que un día llego esclavo a Babilonia y en medio de la adversidad cuando aparentemente todo estaba mal el propuso en su corazón no contaminarse con la inmunda comida que el rey ofrecía, ¡Que impresionante!.